miércoles, 22 de agosto de 2012

In dubio pro reo

22 de Agosto. Oficina de Teatro La Republica. Calor. Mucho Calor. 
Dudo de que en algún momento Shakespeare imaginara que desde trópicos lejanos e inaccesibles, algunos estuvieran reinterpretando una vieja versión de Otelo con cierto tufillo Brechtiano.
Del mismo modo que no sospecho, al versado inglés, en un trabajo de mesa donde alguien partiese del conceto "In dubio pro reo" para el propio Yago.
 Nuestro sentido de la justicia y después de años de ajuste de cuentas con el malogrado Yago, hace que partamos de uno de los pilares fundamentales de nuestro derecho penal: ante la duda siempre a favor del reo. Todo el mundo es inocente hasta que se demuestra su culpabilidad.
¿Y si la historia se precipitó al juzgar a Yago?. ¿Y si Yago es sólo una víctima más de este putrefacto sistema que nos da cobijo?. ¿Y si en el fondo la propia fama le arrastro a que hoy en día le veamos con los mismo ojos con que algunos ajustician al extrajero?.
Hablamos de los celos de Otelo con una facilidad pasmosa, del mismo modo que obviamos los de Yago. ¿Y no es Yago un reflejo de lo que a nosotros mismos nos pasa?. ¿Que un moro de mierda, casi sin oportunidades en la vida, tenga más éxito que nosotros?.
Y es que todos somos Yago, o ¿Quien no robaría si supiera que nadie le vería?. ¿Ibamos a perder una mejor posición por perder un mínimo de ética?. ¿Y matar?. ¿Nadie lo ha deseado en algún momento?. Sucede que nos atenaza el miedo a ser descubiertos... Quizás en el fondo, Yago es un valiente.
Si para la verdad sólo hay un camino, para la felicidad seguro que también. Juzgamos de antemano porque mediaticamente se hace más ruido no escuchando a nadie. Hemos decidido vaciar de cualquier elemento de inculpatorio a Yago, y guiarnos por el que dirán. Y aún así, todos seguimos creyendo que es un asesino.

PDT:  Nunca dudé del sexto sentido del Arte. Hoy, porque toca alinearse corazones y planetas, he compartido con mis hermanos de La Fanfarria de Medellín la triste noticia de la ida de Javier Rapisarda. Sucedió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario